Ojalá no caigan en saco roto tantos homenajes como se les están haciendo a los profesionales de la sanidad, para que éstas y otras profesiones que se han definido como esenciales, se aprecien y se mantengan dignamente. Estos profesionales han sido fundamentales en el alivio de esta pandemia, proporcionándonos el alimento, el acompañamiento a tanta soledad aislada por la Covid-19, así como la comunicación. Y hoy, que empiezan a escucharse cada vez menos los aplausos, han salido creaciones tan emotivas como la de Vetusta Morla "Los abrazos prohibidos" con una pila de colaboradores, o la pintada de Banksy en el hospital de Southampton al sur de Inglaterra.
Ojalá todo esto sirva para recordarnos a todxs, que aunque el arte alimenta el alma, no alimenta al corazón.
'No puedo comer aplausos. Tal vez votad por alguien más sensato la próxima vez, eh'
(Visto en Londres, y en el twitter deJames Rhodes)
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